sábado, 30 de abril de 2016

Que hermosa perdición y perversión provocas cuando andas danzando entre mis pensamientos.
Que inmensa debilidad provocas en mí cuando me arrebatas el aliento con la visión de placer que emana de tu cuerpo. Temible, encantadora tentación, belleza de inmisericorde voracidad que invades mi cuerpo con besos y caricias.

Te lo admito, no puedo más, me rindo, claudico, me subyugo y te declaro vencedora en esta guerra de incitaciones. Soy un corazón viejo que no puede más luchar.

Salvador M El Bohemio (R)


No hay comentarios.:

Publicar un comentario