No puedo hacer que florezca tu vida, lo intento sin éxito, mi historia está llena de fracaso, malos pasos, necedades, angustia y desamor, dudas, egoísmo.
He dejado de buscar tu mirada en las mañanas, la he dejado de buscar a medianoche, es doloroso contemplar sólo resquicios de una pasión entre las sombras, me muero por besarte y sentirte como ayer, me destroza ser tan simple, tan lejano.
Estoy alejado de todo, de ti, he dejado de ser un consuelo, un buen amor, te beso mucho en los recuerdos, te acaricio en tus sueños, me abrazo de tu sombra, he dejado de ser un buen amor.
Estoy desarmado, un poco más loco que ayer, un poco más loco que anoche, los besos te los guardo en mi almohada, los reproches me los llevo en el corazón, la soledad nos une mi querida flor de tristeza y sangre.
Te acaricio siempre con suavidad, recorro tu espalda con susurros, hago poesía con tus sentimientos, me abandono en tus ojos.
Mis deseos, mis fantasías son relicarios de cenizas, fantasmas grises de nuestro amor, me pierdo de tu amor, de tu mejor época, de tu mejor cuerpo, de tu pasión, me pierdo tanto de ti, me diluyo entre tus brazos tan tibios, tan queridos, mi bella poesía de amor, mi amargura, mi culpa, mi nostalgia, mi pena, mi dolor, mi desaliento.
Me estoy muriendo cada día, cada noche un poco más entre tus sábanas.
No es una muerte dulce, me está abatiendo el no ser más, el estar perdido entre tus noches frías, la luna melancólica, los amaneceres secos y cotidianos, muertos, simpleza del alma, corazón suicida.
No puedo hacer que florezca nada ya entre nosotros, estoy perdiendo el juicio.
Me estoy muriendo un poco más, un poco más loco un poco más triste.
Y tú te me pierdes entre estrellas, entre lunas, entres sueños, me sueltas la mano…
Salvador M El Bohemio ®
02/02/16
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