sábado, 30 de abril de 2016

La búsqueda del perdido

La búsqueda del perdido: una oración, algún milagro, una esperanza, un buen acto de fe que me libre de poner las manos en esas caderas de perdición, algo que aleje de la tentación que provoca el mirar un cuerpo exquisito, un porte tan fino.

Un desatino de mi tiempo me hace caer entre tus piernas, y una disculpa me viene a la mente, pero la lengua no obedece, se disculpa a su manera lamiendo los sueños del perdido, las mieles de las rosas, el aguamiel de tu fuente, tu placer es mi vida.

No puedo separarme de la culpa que me lleva a engarzarme a tu sexo para besarte más y no puedo separarme de tu vientre que resulta ser mi vida, y mis manos, mis manos tan ansiosas pasan por tu talle para ir atrás y resistir la huida aferrado a tu trasero, tu mano aprieta, tus piernas atrapan, tu delicia fluye.

Soy un perdido del demonio arrebatándole al cielo un ángel para su goce celestial, soy una piel más que te cubre, un muerto buscando renacer con tu calor, una reliquia de la soledad destrozando las paredes de tu ser a punta de besos y caricias.

La búsqueda del perdido se logra en la gloria de tu cuerpo.

Salvador Méndez El Bohemio
México 22/04/16 (R) 


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