sábado, 14 de febrero de 2015



Empezamos a conocer la beldad de la pasión cuando la medianoche nos cobija,

El alma descansa pero los demonios prenden el mechero de estos nuestros cuerpos,

Las tentaciones nos abrazan, se enredan en nuestros pliegues, no hay necesidad de hablar, para comunicarse tenemos las ansías, nuestros labios,

¿Qué me darás de beber y de comer?

Sabes que afano tus caricias, que regocijo en tu mirada, que eres mi prenda y mi afecto más preciado, la miel que bebo cada vez que viertes tu corazón entre mis brazos,

Me llevas de la mano por tu cuerpo, me guías, me enseñas, eres mi tutora predilecta, la que enseña la sustancia imperecedera, tus joyas que reclamo para mi gozo,

Soy fanático de tenerte en horizontes que nos colman de un placer inmenso, de suicidarnos fundidos en un cielo predilecto,

Cuando la medianoche nos cobija, tus caderas se encadenan a mi sexo, tus pechos rozan mis labios sedientos, mis manos aprietan tus piernas y arriban a tus glúteos deliciosos, tu melena balsámica envuelve mi cara, como tú envuelves mis noches,

Afuera los gatos maúllan en el tejado, la luna salpica y llena los techos de ilusiones, las hadas y los duendes copulan en los manantiales,

Todo es amor, deseo y erotismo, la vida nos ilustra y nos enseña que este es el camino,

La medianoche nos cobija, nos une nos ama, nos hace el amor con su fragancia y sus estrellas.



Salvador Méndez Z



14/02/15 ®

                           

https://www.youtube.com/watch?v=8wPCI2958CY



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