domingo, 15 de febrero de 2015


Tanto he andado sin profundizar en nada

Perdido como soy

Lóbrego como debería

Soy panal desbordando sueños, sueños como aguijones

Aspereza, desolación a veces brillo entre fuego y hielo
A veces me descubro solo
En una playa lejana
A orillas del firmamento
Con las estrellas cubriendo el alma
Navego por destinos que no elijo y comulgo en sacristías de sombras
Me invade el ansía por cuerpos afables, manejables y labios rojos
Me abraza la noche, un minuto más
Una búsqueda, una travesía eterna
He emprendido la marcha de los olvidados
Una sonrisa macabra se ilumina
Contemplo el río, su cauce de lágrimas en donde se forman los eones en donde se náufraga siempre por hastío
Maremotos de pasión, marejadas con deseos marchitos
Todo inunda mi ser, mis regiones y mi vida
Esa pequeña muerte
Que llena los cementerios de perdedores
Amo cuánto conozco
Conozco poco y quiero más
Pieles, sonrisas, seducciones
Bóvedas plagadas de besos estelares
Profundidades ancestrales de mujer
De amores incompletos
Necesidad de contacto
Necesidad de ser parte de tu sueño
A veces prófugo de los despojos que deja mi vicio
El vicio que descubrí entre tus labios
Necesito morirme cada día
Morirme entre tus piernas
Ser objeto de tus suspiros, fuego ardiente entre tus senos
Sigo la rotación del eje hasta el fin del mundo y acabo siempre aferrado a tus caderas
Y también a esta humanidad que en mí resulta pagana
Emprendo la huida
Tus ojos se abren y yo soy sombra
Hago senderos de saliva por tus piernas
Trato de no amar más, el corazón no soporta ser acribillado con promesas de algún otro corazón que ni siquiera tiene parque
Vivo a la deriva, el pasado me asesina la memoria
Solicito asistencia y refugio en la embajada de tu cuerpo
Me encadeno a ti, quiero ser tuyo
Me quiero fundir en ti, en tu respiración en tu noche
Al amanecer me descubro aferrado a la ausencia
Te podría escribir toda mi vida, todos los poemas de amor, todas las locuras, todos mis escritos engarzados con joyas de mi alma
Y sé que tú no leerías ninguno
Se perderían en el desierto de la indiferencia que corona esa belleza tan salvaje, tan tuya
Pero aun así escribo, vivo y bebo de la vida
Aun así amo y quiero
Y me parece un espanto el fallecer
Despedirme entre el frío de una oquedad húmeda
Que me echen heces encima y digan que fui bueno
Desaparecer y pasar de todo, ser devorado por la tierra
No volver a mirar tu cadencia al caminar
Es raro pero de pronto el vacío y la oscuridad me cubren de nostalgias por caricias perdidas
Por noches tan solas bajo las farolas
Por amores huecos
Mi corazón esta desahuciado de vivienda, de patria, de razones
Mi corazón ya no sabe del cielo
Ya no sabe de calma ni de cama, ni mucho menos de tu amor
Espero que en otras vidas realmente seamos uno unidos por divinidad o un Mefistófeles no importa quién apadrine este amor
Amor es tener una razón
Amor eres tú y todas tus constelaciones
Tus fuentes, tu roca esculpida
¡Tú maldita seas tú! Por no estar
Por faltar tanto, por hacerme escribir estas letras toscas y necias con la garganta seca
Mi oficio era la felicidad
¡Y mírame! Aquí custodiando tristezas
Si éste fuera mi testamento
Sólo me quedaría dejarte el corazón

20/01/2015
Salvador Méndez Z (R)




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