viernes, 2 de enero de 2015

Me perdí...



Me perdí entre tu caminar que era más un vuelo inalcanzable, me salté el guión y me perdí irremediablemente, quedé sólo a la vera de tu recuerdo que fue camino que nunca recorrí, me volví piedra, todo duro, pero estaba hueco, destrozado, piezas sueltas, alma rota, me perdí tantas veces a la espera de tu sonrisa, imaginando besos, musitando saludos, nunca acabe, nunca te toque, mis manos estuvieron pobres, la riqueza de tu ser nunca me dio amparo, no hubo cobija que calentara, fue tanto tiempo desperdiciado, fue una guerra que nunca pude librar, nunca quise luchar, quería rendirme, darte mi cuerpo que es mi patria, sería un traidor a mí persona, no importaba, me hubiera rendido mil veces más ante tu risa, ante tu impenetrable inteligencia, tu forma y tu escritura, tu lengua viva, mi vida seca. Sigo atado a ti, resignado, a una esclavitud eterna encadenado a la nada y a tu indiferencia, al cero, a la oscuridad, no pertenezco a este mundo si tú no me abres tus puertas, si no me miras, me lees, me besas, me dejas pasar tus fronteras, contaminar tu vida. Sí, contaminar, porque eres demasiado bella para mi torpeza, para esta alma inmunda, para este tremendo bribón que no sabe cómo te ha de pensar sin que lo pienses, sin que lo quieras, menos lo ames..... Somos vacío, de ése que a Dios no le importa...




Salvador Méndez Z l'ivre

16/12/14




No hay comentarios.:

Publicar un comentario