jueves, 20 de agosto de 2009

Ansiedad final


(9)


Son las doce de la madrugada, desperté hace tres horas y las ganas de escapar de este pequeño infierno oscuro y cruel son avasalladoras, tengo escalofríos, mi cuerpo tiembla incontrolablemente por instantes, la fiebre me transforma, “algo” ruge en mi alma, quiere que le dé al cuerpo “lo que necesita” para seguir la rutina macabra noche tras noche, sin piedad ni para mí mismo.

Casi no puedo resistir y me he rasgado mi propia piel con mis uñas que buscan liberar al preso dentro de mi ser, he probado lo anhelado por mi naturaleza maldita y no ha sido suficiente ¡Deseo más, con todo mi ser, deseo más! Hace dos noches a costa de mi pobre Jehyzel, me deje llevar por el ansía de poseer aquello que es lo más valioso, traicione su amistad y su naciente amor y ahora lo necesito, deseo, lo anhelo más y más. Sé que no podré resistir mucho tiempo este sufrimiento inmisericorde.


Jehyzel accedió a conocer mi pobre y oscura morada en aquella vieja casona, se sorprendió un poco al observar el austero lugar, que ya era más apto para vagabundos que para una persona vestida con ropa recién comprada como yo; le dije que en ese lugar siempre había residido, según lo que podría desentrañar en mis memorias, le dije que realmente ese lugar no representaba más que mi morada de descanso y muchas veces me parecía más bien mi prisión.

Me preguntó por el lugar donde dormitaba y yo la guie por el lugar hasta llegar a una de las habitaciones principales, llena de telarañas y polvorienta. Jehyzel se sorprendió aún más y creyó que estaba bromeando.

—¿Cómo es posible que alguien viva en tan terrible lugar? —pregunto, yo le contesté señalando una abertura en la pared de cemento, una grieta por donde escapaba una pequeña y débil luz.

Jehyzel se acercó extrañada, quizás todavía pensaba que era una broma, pero la seriedad reflejada en mi cara le mostraron que no era así, la ayude a pasar con cuidado y ella por fin presencio mi fría recamara, entre muros más antiguos que los de la casona. Encendí las velas para que sus ojos verdes examinaran y se familiarizaran con el lugar, realmente no había mucho en esa habitación, mi lecho era antiguo, hecho de concreto cubierto con remedos de cobijas y sueños eternos; los pocos muebles eran de madera ya vencidos por el tiempo, un poco de luz del exterior llegaba por unas ventanas protegidas con barrotes, realmente no había forma de salir de la habitación más que por la grieta de la pared.


Jehyzel no entendía porque usaba aquel lugar en vez de las otras habitaciones de la casa que posiblemente estarían más cómodas. Yo le hice saber que en esa lúgubre habitación había despertado y no me sentía a gusto en ninguna de las demás habitaciones. Jehyzel era la que ahora demostraba no estar a gusto con el lugar y para tratar de no inquietarla más la invite a salir al patio de aquella casona, patio que yacía descuidado pero que a la luz de la luna se veía fantasmagórico y mágico a la vez, con su pequeña fuente seca, adornada con ángeles carcomidos, con sus árboles con raíces que ya no respetaban e invadían por doquier.

Había banquitas de metal ya oxidado, yo limpié de la hojarasca y el polvo lo mejor que pude una de ellas y se la ofrecí a Jehyzel, pero ella prefirió estar de pie admirando la luna llena y respirando el airecito nocturno. Yo la contemplaba ensimismado con su figura como ella lo estaba de la luna, a mí me parecía que la luz plateada la cubría desde la cabeza hasta la punta de los pies otorgándole un resplandor de diosa nocturna, ella pronuncio entonces las siguientes palabras con las que me sacó momentáneamente del hechizo lunar:

—No sé cómo puedes vivir en esa habitación parece más una prisión que un lugar para dormir, no entiendo porque de hecho esta casa no está invadida por los vagos, o como puedes dormir sin el peligro de que alguien llegue a meterse a esta casona mientras descansas.


—No sé de las razones de la gente para eso o aquello, pero a fin de cuentas creo que a la gente le parece que el lugar está embrujado y la mayoría lo elude, como tú que prefieres estar aquí afuera que allá en ese lugar muerto.

—Bueno no es para tanto, he estado en lugares más “embrujados” que este, además junto a ti, ésto no está tan mal.

—¿Junto a mí? Mis ojos se fijaron en los verdes de ella y su boca sonriente se fue acercando a la mía mientras, la sonrisa su sonrisa se transformó en una invitación al beso, un beso desbordante de amor y pasión. La sujeté de la cintura con una mano y con la otra acaricié su espalda hasta juguetear con su pelo, mientras nuestras lenguas se trenzaban y las caricias aumentaban de tono. Los dos estábamos listos para poseernos mutuamente sin dar ni pedir cuartel.

Y fue de esa forma en medio de aquella pasión desgarradora que emergió de mi ser aquella familiar sensación maldita que termino anulando todo lo demás, y esta vez ya no me opuse y dejé que todo fluyera como un río, acabando y deshaciendo todo lo puro en aquella relación.

El ansía de saciarme me dominó por completo y la vida de mí Jehyzel llegó a su fin por medio de un ósculo maldito, desgarrador, lleno de dolor a su cuello, a su artería, mientras la luna fantasmal se ocultaba tras nubes borrascosas, mientras sus manos arañaban mi espalda con fuerza al principio, para después desvanecerse toda chispa de voluntad. 




El ansía había sido saciada al menos por esa noche y para cuando me percaté de lo realizado, era ya tarde para remediar el acto atroz.

Cuando desperté del trance maldito, Jehyzel era una vela que se apagaba totalmente pronunciando sus últimas palabras, murmullos, murmullos que acababan diciendo “Ya voy amigos, soy luz”.

Aterrorizado grité como un loco y desgarré mis prendas y mi carne, llorando lágrimas negras amargamente por el resto de aquella maldita noche.


                                             

Anoche sepulte a Jehyzel en el patio, y una tormenta dificultaba tan horrenda labor, convirtiendo la fosa en un pantano en donde acabe sumergiendo el baúl antiguo y grande que acabó como ataúd de la belleza marchita por mi sed profana.

La tarea de sepulturero y la culpa terrible apenas si mermaban un poco las ganas de salir a la noche y buscar ese elixir prohibido que ahora me resultaba intoxicante y necesario para quitarme está ansiedad terrible. Toda la noche luche contra el impulso maldito que me devoraba incitándome a saciarme.


Hoy estoy recostado en mi lecho de siempre, ahora ya pasan de las doce de la madrugada y las fuerzas oscuras que me rigen me torturan con un posible escape en medio de esta madrugada maldita que no quiere avanzar y rendirse al alba pronto. ¡Quiero salir y saciarme, quiero degustar y matar para alimentarme! Sé que no aguantaré otra noche más, por lo tanto mientras tengo un poco de voluntad, he preparado mi final, he quemado los documentos y la contraseña que me hacían dueño de la cuenta del banco, una identificación de hace veinte años, todo aquello que me facilitó el disfrazarme de oveja siendo un lobo, un depredador terrible e hipócrita hasta conmigo mismo.

Por último he afilado una madera de roble, he hecho su punta aguda, tanto que estoy seguro que no se necesitara de ayuda ni mucho esfuerzo para que penetre mi podrido corazón «si es que lo tengo», por tradición esto debería de servir para acabar con mi infame existencia.

No, no tengo colmillos, mi boca es por demás normal, literalmente mordí y desgarre el cuello de mi bella Jehyzel para después beber su preciosa sangre, pero a fin de cuentas lo horrendo de mi ser, mi esencia es la misma que la de aquel ser envuelto en leyendas de noches idas.



Ya no puedo soportar más, él ansía, está ansiedad terrible me consume, quiero escapar, rezo a un Dios que no conozco para que mi solución basté. Pues no quiero despertar dentro de veinte años con la memoria pérdida en brumas, con ansía falsa de relacionarme con mis “semejantes”, de “socializar” para al final acabar con la vida de otra criatura bella como mi ángel.


Empujó fuerte la madera, siento un calor emerger de mí, pero sé que ese calor no me pertenece, le pertenecía a ella, su recuerdo me da valor y empujo más fuerte contra mi pecho, la oscuridad me envuelve......

¡Solo quiero descansar!...... ¡No puedo esperar más!

終わり 
FIN
*Este remedo de historia, esté relato maldito, está dedicado con amor y añoranza a todas esas historias, películas, visiones, versiones y perversiones llenas de seres oscuros profanos y malditos con los que se entretuvieron mis ansías de llenar con fantasías mi imaginación en aquellas noches lejanas de mi niñez.

México ® 20/08/2009 Salvador Méndez Z







5 comentarios:

  1. OOOOHHHHH!!!
    En verdad me estabas llevando a otro lado, no tuve la capacidad de percibir la escencia de la historia sino hasta el final. te pido una disculpa por ello. Cuando comienzas a describir cómo es que sacia realmente esa necesidad, no pude evitar el proyectar en mi mente la película de "El Ansia" que no recuerdo de qué director es pero la recuerdo perfectamente por David Bowie que protagoniza a un vampiro. Y así se despejó por completo el sentido de la historia.
    Aunque para serte honesta, siempre he pensado que este tipo de historias no proyectan precisamente un mundo fantasioso e irreal sino que habemos personas (me incluyo) que no nos sentimos parte de este todo, somos raros, extraños (yo diría originales)según la generalidad. Y esto mismo nos lleva a proyectarnos de estas formas, y si escudriñamos en las ideas y todo lo que forma la historia, encontraremos que no es comun pero sí real y que todo está explicado o descrito de otra forma. Somos capaces de destruir a los demas y no necesariamente quitándoles la vida. Somos capaces de destruirnos a nosotros mismos avenándonos a la cotidianeidad de la vida...al ser o aparentar ser como los demás.

    ¡Otra vez!
    creo que me estoy proyectando mucho

    Me gustó bastante y en definitiva espero seguir disfrutando de mas relatos con este contenido oscuro que ya te caracteriza.

    Saludos....

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  2. ¡Gracias por tu comentario Yaz!


    Y por el dato de la película: El ansía con David Bowie, (de hecho tenía la imagen en la memoria de David Bowie de vampiro,en una pelicula, pero no la conectaba con la palabra) al empezar el relato yo me acordaba de que había “algo” referente al tema vampirico llamado “El ansía”, pero no me acordaba si era libro, cuento, película, obra de teatro y de hecho estuve a punto de elegir otro nombre para mi relato pero al final no me acomodo ninguna otra palabra que describiera como está “las terribles ganas” que experimentaba y torturaban al personaje y que de hecho trate de reflejar en el relato.


    También sería interesante saber hacía donde pensaste que se dirigía el relato o de que creías que trataba.

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  3. Bueno...
    En realidad ya lo comenzaba a hacer en el comentario anterior. En la parte "6" se me moviéron las emociones y tuve incluso sentimientos encontrados...tuve ganas de llorar y no te niego que tal vez una lágrima rodó por mi mejilla y el hecho siemplemente es que la descripción que haces del protagonista (del cuál la verdad no sé si tiene nombre)encaja perfectamente en la de cualquier persona solitaria que sobrevive o trata de sobrevivir en una sociedad a la que no pertenece, en un tiempo/espacio que no es suyo. Curiosamente me identifique bastante con el personaje.
    el despertar de pronto, tratar de reconocer el lugar donde estás, el salir y ver una realidad que no es tan grata, enfrentarte a cosas vanales y superficiales, tratar de involucrarte como otros en cotidianeidades (adaptarte a las nuevas formas y modos), el conseguir algo que al final sólo te dejará vacios en el alma...aunque esté acabada ya...
    A eso me llevo, a pensar en sujetos solitarios...extraños...únicos...que parecen perdidos...sujetos que sólo pueden acabar con sus tormentos dando fin a su propia existencia.
    Auch! ya me dio nostalgia...
    Incisto...
    Buenísima historia!!!!
    Gracias por compartirla.

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  4. Sabes...
    Incluso si excluyeras el hecho de que es un ser mítico que se alimenta de la sangre humana...y lo dejaras en que es un ser incapaz de encontrar saciedad y terminara en dejándose morir...
    me parecería excelente historia
    Incisto... lo es...sólo que sigo en lo que me parecía que estabas relatando.

    Saludos y ahora mi ANSIA es por saber qué nueva historia tendrás para seguir disfrutando de tu creatividad.

    Por cierto...viste la película "Déjame entrar"? Ésta sería claro ejemplo de lo que te hablo pues se juntan la historia de un niño solitario y una niña de no recuerdo cuántos pero es vampiro. Es de Suiza y hace poco la proyectaron en la Cineteca.

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  5. Me temo que no, o qizàs si, mi memoria es tan...¿tan què?, ¡uh, òlvidalo!

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