domingo, 24 de mayo de 2015

¡Renuncio!

Renuncio, te lo digo con el alma y la vida de por medio, el pensamiento se afirma en este fin...

¡Renuncio!

El cuerpo sigue en automático, pero yo me dejo de contratos amargos, de sueldo sin besos ¡Te lo juro!

Conozco tu futuro, te lo dije, sé de ese destino, es tan simple explicarlo pues estoy en tu presente y tengo un sabor terrible a perdición.

Y te lo reconozco, huir sería lo ideal, deberías hacerlo, no hay pena si te vas, no hay amargura ni dolor que venga de las rosas que se acaban marchitando.

Te dejo todo, ahí está mi cuerpo, el espíritu, mi esencia me la llevo. Te dejo el cuerpo inútil y bastardo.

Me libero en miles de fragmentos de esquirlas de pensamientos, el corazón es libre sí es que todavía late, sí es que todavía tengo.

¡Quédate el cuerpo! Maquinaria estéril, nudo del alma, cascarón que se mueve. Está ahí, respira, se siente el calor, pero está hueco...inservible, lo dejo.

No hay más, no intento más, no interesa.

Toda una vida y sólo te queda una muerte seca, no se vive así, se muere el alma, se destroza años antes de que el cuerpo desfallezca, se muere el alma, pero te entierran mucho tiempo después.



Salvador Méndez Z Elbohemio

20/05/15 (R)



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