martes, 1 de diciembre de 2015

Lasciva


En días pasados, opacos y tristes, en noches añejas frías y abandonadas, el tiempo era gris, mis horas estaban muertas, todo era igual en este penar aunque el olvido lo devoraba, y todo era inocuo, falso, efímero… hasta que cambio…
Hasta que emergiste de mis pesadillas y te uniste a mi sombra, y desde aquel tiempo me acostumbre a ti, fue exquisito, y ahora mis manos te extrañan, extraño tus besos carmesí.
Oscura belleza de muerte sádica, incitándome, reptando por mi columna, acariciando este cuerpo, guiñapo de amor roto, muérdago del diablo.
Adorable arpía de ojos rojos y lengua viscosa, te agrada lo prohibido, me agrada lo prohibido y no existe algo más profano e ilegal que tu cuerpo tan caliente y fatal.
Clavas tu mirada en mí alma y después tus negras uñas que son zarpas de tigresa en celo, me carcomes la voluntad, soy tuyo para siempre y el “para siempre” para ti es apenas unos pocos minutos, eres mi perfecta impía portadora del placer, arcana rosa negra incrustada en mi corazón, fuente de obscenidad y desenfreno, muerte para todos los don juanes, fatal desenlace para los que buscan placer fácil, sé que me matarás, y lo ansió al abrazar ese cuerpo sensual que destila veneno, labios abiertos dientes afilados, lengua húmeda, muerte lenta.

Salvador MZ El Bohemio
01/12/15 ®




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