Eres una reina del sexo y posas tu mano con determinación sobre mi cabeza y la hundes para que mi lengua busque entre tus piernas, ordenas, yo obedezco degustando el elixir de lo prohibido, ordenas, yo obedezco y tú llenas la noche con gemidos de satisfacción.
Me diriges por mil y un caminos que transitan tu cuerpo, me diriges a la panacea que guardan tus senos, me diriges al edén de tu boca, me ordenas, me diriges, soy tu esclavo para que hagas lo que quieras y tú haces alarde con tu obscenidad, una pasión negra que me vuelve loco.
Y me tienes, me tienes, me aprietas con tus piernas, me tienes sometido a besar, lamer, a morir para tu embeleso, para ti mi dueña, mujer de rojo placer, de exuberante vehemencia.
¡Me tienes!
Salvador MZ El bohemio
04/12/15 ®
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