sábado, 19 de septiembre de 2015

De lado de la vida, a la espera de tus ojos, me muerdo los labios, ansiosos ya de tu boca, acaricio en mi mente tu cuerpo, tus senos, y tu voz que llega, llena mi alma, la refresca.

Me aprieto a tu cuerpo, siento tu deseo palpitante, lleno tu piel con flores de versos, mis dedos se abren paso por la delicia más excitante, tu boca se abre y resoplas, la noche se llena de fluidos.

Me invades hasta el alma cuando me recorres la vida con tu lengua, beso tu cuello, lo lamo mientras acaricio tu espalda, nada nos importa, es momento exquisito, pasión que es continua, y por debajo de tu vientre, mis labios juguetean y aprieto tu cadera.

Te colmas de placer, te lleno la imaginación, abres las piernas, me llenas los ojos con tu ser, mi boca besa lo divino y es un trabajo exquisito, nos pertenecemos y lo reafirmamos entre gemidos, se unen las almas, se unen los sexos para saldar lo comenzado por el sentimiento.

Mis manos recorren tus muslos, tus manos se deleitan, queremos arrebatar nuestros cuerpos a la muerte, que el desamor, la desidia y la rutina no se entrometan, queremos engañar al tiempo, al olvido, a la mala suerte, porque deseo abrazarte tanto, cogerte tanto, follarte tanto, meterme tanto en ti, y tú lo permites y tú lo consientes y tú me dices que sí y me abres el cielo para que mi diablo te profane el sueño.

Te deseo porque el amor apasionado es egoísta y quiere poseer aunque sea por un instante lo sublime, lo etéreo, la miel del paraíso.

No nos engañemos te deseo aquí entre mis ansías para que tomes de mi cuerpo lo que quieras, yo no tendré recato, no te tendré piedad, la noche es nuestra, nuestros cuerpos también.

Salvador Méndez Z El Bohemio

México 17/09/15 ®


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