sábado, 28 de noviembre de 2015

Porque nadie nos ve y lo sabe, déjame saborear tus labios dulces que se resguardan entre tus piernas tibias, esas piernas torneadas deseables, esas que me sonríen tanto al caminar, déjame lamerte hasta los últimos suspiros, los excitantes gemidos, la esencia del vivir.


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