miércoles, 17 de junio de 2009

Instructivo para componer un poema de concurso (el cuento reciclado)

Primer paso.
Despuès de conocer la noticia del concurso organizado por aquella editorial para la composiciòn de un poema al iztaccìhuatl. Te acuerdas de que realmente no conoces el susodicho lugar, has ido al popocatèpetl pero no al iztla y piensas-"¿Demonios habrà alguna diferencia?".
Segundo paso.
Decides por fin despuès de mucho pensarlo, ir al susodicho lugar (hay que inspirarse bien, el concurso lo vale), eliges despuès de tanto andar y casi torcerte un tobillo, un buen lugar con excelente vista, si no sale poema quizàs salga algo bueno para pintar un paisaje, claro aunque siempre has sido mal dibujante y al fin al cabo de eso no se trata, -¡hay que hacer un poema caray!.
Tercer paso.
Despuès de media hora de observar el paisaje te das cuenta de que daba igual si te quedabas en tu casa o venias aquì,¡las musas estàn de vacaciones!."Media hora màs si no pasa algo bueno por mi cabeza me largo."
Cuarto paso.
Una hora despuès sientes que ya lo tienes, algo acude a tu mente excelsa y poètica, el sentir que ya tienes algo no te permite darte cuenta de que dos tipos mal encarados te han estado observando, lo ùnico que acude a ti en éste caso a tu cabeza no proviene de alguna musa (a menos claro que existan "musas que otorguen dolor)sino de la culata del arma de uno de aquellos sujetos, al caer hacìa atràs antes de desmayar lo que ves por un fugaz instante es el pico coronado de nieve del iztaccihuatl, se ve hermoso.....
Quinto paso.
Una cubetada de agua frìa te regresa del mundo de la oscuridad que es la inconciencia a la dolorosa realidad. Frente a ti hay un tipo muy mal encarado, te golpea, te empieza a cuestionar te acusa de ser soplòn, de ser agente, de querer "joderlos", te amenaza, te dice que ya estàs bien muerto (todo esto con palabras que nunca pretenderìas poner en un poema). Con la boca sangrando y tartamudeando le cuentas todo, lo del concurso, lo del poema, de que no conocìas el popo. ¿El popo?- pregunta el matòn-. ---Perdòn el izta.. Otro golpe se estrella en tu cara, te dice que no lo jodas, te grita, te exige que le digas la verdad; Tù le cuentas màs de que tienes problemas ecònomicos, que si ganas el premio dado por el gobierno del estado al primer lugar te ayudarà a solucionarlos. Te das cuenta de que el tipo sonriè mientras en su mirada observas a la muerte, tu muerte convertirse en un brillito siniestro.
Sexto paso.
En la cúspide de tu desesperaciòn, al ver que no los convences y sentir que la muerte te acaricia los cabellos susurrando palabras con promesas de un amor y paz eternos, promesas de cobijarte con su serenidad por siemprè. Tù recurres a una locura, un disparate, ¡Te ofreces para trabajar con ellos!, de lo que quieran, de lo que se les ofrezca, les dices que les conviene, eres carne de cañon o de presidio, disponible para lo que se les ofrezca, les repites, les recuerdas que tienes que pagar deudas. Ellos se rièn y te dejan solo, encerrado. La muerte susurra a tu oìdo un poema que nunca antes has escuchado, te pierdes en el, es hermoso. La puerta de tu presidio se abrè de nuevo, el poema se te olvida, un matòn te dice que el jefe aceptò la propuesta: "Te daremos un trabajo, una prueba."
Sèptimo paso.
Sientes el peso del revolver en tu chaqueta, en tu mano te han colocado una foto y una direcciòn, te dicen que esa es tu prueba; -"Te lo tienes que echar compadrito y màs vale que lo hagas tenemos tu identificaciòn, sabemos en donde vives, es èl o tù y tu familia"-.
Ahora sientes el peso de esa vida sobre tu espalda, te parece escuchar a la muerte entonando una cancioncita. En el camino, despùes de vendarte los ojos, aquellos dos matones que te sorprendieròn y que ahora son los encargados de llevarte, te dan consejos, te dicen como hacer para que parezca asalto o suicidio, te enseñañ a cargar el arma, te dan una catedra de asesino que ya quisieràn en la universidad, te instruyen en como matar a otro ser humano.

Octavo paso.
Temblabas, sudabas, tenìas la boca reseca, creìas que no eras capaz de matar a un ser vivo, hace media hora te diste cuenta que mataste a un humano, lo màs terrible es que lo hiciste pensando en el bienestar de tu familia, de tus hijos, las musas se han largado para siemprè, la muerte impregna tus poros, tu olfato no deja escapar el olor a polvora, sientes que se vuelve uno contigo, no dejas de sudar, te sientes enfermo, tiraste el dinero que le quitaste, sentìas que te pesaba, mataste a un hombre que solo conociste en sus ultimos momentos... no hay nada que conozcas de él para rezar a su memoria.
Noveno paso.
Les has hablado por telèfono, te han dado el lugar donde van a pasar por ti, quieren ver la prueba que te solicitaròn, te amenazan por si las dudas, te recogen, te vendan los ojos, te revisan, te llevan con el matòn mayor, èl te felicita. Le cuestionas que si eso bastara para poder irte; se burla, te recuerda que te ofreciste para trabajar, apenas comienzas, te da un fajo de billetes, -"¡Toma!, mi gente no es de las que tienen deudas, éste poema que realizaste es de los mejorcitos, de los que me agradan, un poema escrito con sangre"-.
Dècimo paso.
Quieras o no el dinero te ha caìdo bien. Al principio lo querìas tirar, de hecho te querìas morir, pero despuès, los del banco te relataròn un poema acerca de embargos por falta de pago, tu esposa te relato otro de gastos de escuela, de ropa, de vida; al final sacaste el dinero de procedencia oscura y sangrienta y recitaste un poema muy bonito sobre obligaciones cumplidas y resposabilidad.
¡Querìas ser un buen escritor!, ahora el banco te ha felicitado por empezar a pagar y volver al buen camino y ¡Ser un buen ciudadano!...
 Creìas que te habìas librado, pero no fue asì, recibiste la llamada, repetiste la misma operaciòn, te dieròn màs trabajos, pagaste màs deudas, tenìas que inventar algo para justificar el desahogo ecònomico, ¡Inventaste que ganaste el concurso!, ¡Qué gran poeta!
Onceavo paso.
Era un trabajo fácil, una ganga y además te han prometido una excelente paga, te aprietas la conciencia, haces que reluzcan tus dientes, afilas tu necesidad y te apegas a tu supervivenvia.
Esa tarde te pareció recordar el poema hermoso susurrado por la muerte, al menos por un instante, ahora te apresuras para hacer otro poema con sangre ajena. Tratas de pensar en que acabando de pagar todas tus deudas..sería bueno desaparecer del mapa, cambiar de casa, de ciudad, algo se te ha de ocurrir, por que ésto no puede seguir así, tú eres un poeta un artista, no eres una asesino...¡No!.
Algo te ha salido mal...el poema no ha resultado como tu has querido...la tinta de sangre con la que lo ibas a escribir no ha sido la de tu víctima, ¡Es la tuya!, fluye de tu cuerpo, la desperdicias y no te ha quedado más que emprender "una carrera desenfrenada hacìa el punto de reuniòn con tus patrones". Les hablaste, les solicitaste ayuda,el trabajo no fue fácìl, la vida que se te va te da cuenta de eso, aún así te aferras como los naufragos, como puedes te encaminas al Iztaccihualt, esperas a que ellos lleguen mientras observas el manto de nieve que lo cubre. Y es curioso -piensas, ahora se te ha ocurrido un poema bello acerca de dulces promesas de descanso y paz en las faldas de la doncella dormida, de acompañar por toda la eternidad  a la majestad mientras la eternidad no se aburra de este mundo, la sangre sigue escurriendo y sientes desvanecerte, la vista se nubla (ellos no van a llegar), el poema es realmente hermoso, hubiera ganado el concurso, la muerte te susurra que sì, tu sangre derramada te lo confirma

Salvador Méndez Zarza El Bohemio (R) México 2009



1 comentario:

  1. No soy en lo más mínimo entusiasta de la poesía pero seguro que siguiendo los pasos para componer uno llegaré a tener alguna inspiración y un acercamiento, aunque no sé si sea grato.
    Me gustó mucho!!!

    ResponderBorrar