jueves, 9 de abril de 2015


De qué te quiero antes que nada, te quiero.

Deseo es una palabra que simplifica la necesidad y el arrebato que me consumen.

Ardiente infierno entre tus brazos, delicia de gloria entre tus piernas, muero cada vez que desaparecen tus curvas de mi vista, tan ansiadas por mis manos.

Me desnudo el alma para que tú me desnudes el cuerpo, mi sed comanda que llegue hasta la rosa de tus labios.

El erótico dios de la pasión me grita que me hunda en el elixir de manantiales de tu sexo, que me vuelva uno solo con tu cuerpo.

Estoy cansado de no tomarte, estoy con fiebre por comer de tu vida y de tu piel.

No puedo contener este desenfreno esta inquietud por saberte mía y de nadie más.

De poseer lo que mis ojos me regalaron hace tanto, de por fin morder, besar y sorber, de ser tuyo con parte y confesión de amante, de querer romper el tiempo y tus medias con mis dientes, de penetrarte con mi ansía.

De ser un poco más adentro, inmerso en tu belleza, tan llena de miel y fuego en la piel




Salvador Méndez Z ElBohemio

9/04/15 (R)


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