El monstruo humano
Hay algo terrible dentro del caparazón de la humanidad algo que se desborda y destroza las ilusiones del ser humano
despedaza todo lo bueno y hace que las lágrimas de inocentes fluya.
Lo más lamentable es qué todos somos capaces de ser monstruos,
hombres y mujeres por igual, infinitamente más los hombres.
En nombre del honor, el orgullo, el coraje y el desamor somos capaces de acabar con lo más querido en pocos segundos, acabamos sueños, rompemos corazones y provocamos llanto de inocentes, nos autoflajelamos con dolor, quemamos promesas, matamos el alma y todo se pierde, todo se pudre, no necesitamos pesadillas cuando uno mismo es capaz de convertirse en una.
Las pasiones matan y confunden, envenenan todo, se inundan los sentidos de rencores. No hay pena más grande que destrozar nuestra propia felicidad.
¡Yo soy un monstruo humano!
¡Ésta es mi confesión y mi testamento!
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